San Cristóbal, el protector de los viajeros

San Cristóbal, patrón de los viajeros

San Cristóbal es uno de los santos más populares, su festividad es el 10 de julio y es el patrón de viajeros, conductores y transportistas. Tiene una antigua y curiosa leyenda relatada en el siglo XIII por Jacobo de la Vorágine en su Leyenda Dorada.

En origen este personaje no se llamaba así, sino Réprobo. Vivió en Licia, actual Turquía en el siglo 3 o 4 después de Cristo y según la tradición era un gigante de más de 2 metros y hay quien dice que medía hasta 6. Su tarea era cruzar a la gente en un rio de un lado a otro. Un día tuvo que llevar a un niño y cogió una rama de palmera para apoyarse que en ese momento floreció milagrosamente, además al cruzar con el niño notó que era muy pesado. El niño era Cristo y Cristóbal se dio cuenta que estaba transportando al mundo sobre de sus hombros. Fue entonces cuando se convirtió al cristianismo. Y su nombre paso de Réprobo a Cristóbal, que en griego quiere decir el portador de Cristo. Desde entonces es el protector de los que viajan haciendo referencia a su oficio de transportista de personas y se le representa cruzando el río con la ropa mojada, con la palmera como cayado y con el niño en sus hombros que lleva el orbe en la mano, mundo sobre el que reina Dios.


San Cristóbal en Sevilla

En Sevilla hay muchas representaciones de San Cristóbal pero nos centraremos en dos: la de Martínez Montañés de la Iglesia del Salvador y la del italiano Mateo Pérez de Alesio de la Catedral de Sevilla.

El San Cristóbal de Martinez Montañés es una obra de 1595 y una de las primeras esculturas de su autor. La talla hecha en madera es verdaderamente impresionante con todos sus músculos y venas perfectamente delineados, es un perfecto ejemplo del naturalismo barroco sevillano. También el tratamiento de las ropas mojadas y del cabello del santo son dos de los elementos a destacar.

San Cristóbal en Sevilla
San Cristóbal, obra de Martínez Montañés.

El San Cristóbal de la Catedral (cuya imagen encabeza este artículo) es una pintura al fresco, esta en un muro del crucero al lado de la tumba de Cristóbal Colón, que se coloco allí en 1898 al lado del santo de su mismo nombre, y ambos relacionados con los viajes y el transporte. La obra es de un italiano, Mateo Pérez de Alesio, de 1584. Alesio había sido discípulo de Miguel Ángel y había colaborado con él en la Capilla Sixtina realizando una pintura del arcángel San Miguel. Como las pinturas de su maestro son monumentales, dinámicas y con colores vivos y llamativos.

San Cristóbal en Sevilla
Tumba de Cristóbal Colón en la Catedral de Sevilla.

El San Cristóbal de Alesio está firmado en una esquina. Es un detalle de un loro o papagayo que lleva entre sus garras un papelito, en el está anotado el nombre: Mateo Pérez de Alesio, el origen: italus, y el año en números romanos: 1584.

Al lado del San Cristóbal de la Catedral hay un altar con una pintura de Luis de Vargas, la Genealogía de Cristo. Según la tradición Alesio admiraba a este pintor y en una ocasión le dijo: «vale mas la pierna (gamba en italiano) de tu Adán que todo mi San Cristóbal». Esta anécdota hizo que a la pintura de Vargas se la conozca como “la gamba”.

Para saber más sobre San Cristóbal y sus representaciones pictóricas en Sevilla aquí tenéis mi vídeo de Seville History Lovers.

¡Espero que os guste y que San Cristóbal proteja vuestros viajes!