Sevilla está llena de azulejos, no es raro pasear por cualquier lugar y ver gran cantidad de azulejos interesantes. A continuación te ofrecemos una lista de los más interesantes, con una breve introducción acerca de lo que puedes ver.

Azulejos de la Plaza de España

Repartidos por toda la Plaza de España se encuentran 48 azulejos representativos de las 46 provincias y los 2 archipiélagos que había en 1929. Además, la mayoría de la ornamentación que rodea los murales y la Plaza de España también está hecha en azulejo cerámico.

Azulejos de Cervantes

Para conmemorar el tercer centenario de su muerte se crearon una serie de murales conmemorativos que se repartieron por las zonas de Sevilla que aparecieron en sus novelas. Se pueden encontrar por Calle Betis, Adriano, en la Plaza del Pan… No deja de ser una buena opción intentar descubrir todos los rincones de la literatura de Cervantes.

Homenaje a los literatos sevillanos

Azulejos conmemorativos de Bécquer, Aleixandre, Cernuda, Lope de Vega o Machado se encuentran repartidos por toda la ciudad, en las zonas donde nacieron, estudiaron o donde vivieron.

Via Crucis de la Cruz del Campo

Desde 1630 se hacía este Via Crucis desde la casa Pilatos hasta la Cruz del Campo, situada en pleno Nervión (anteriormente en las afueras). Teóricamente, esta ruta tiene los mismos pasos que desde el Monte del Calvario al Pretorio de Pilatos y es por ello por lo que el palacio adquiere este nombre.
Aunque en la antigüedad tenía 12 estaciones, en la actualidad son 14 azulejos y cruces sobrios y rehabilitados, repartidos por la ruta.

La calavera de la Bella Susona

Hace referencia a una leyenda popular sevillana por la que una mujer judía, a finales del siglo XV, contó a su amante cristiano las conspiraciones que su padre preparaba. Como resultado, se ganó el odio tanto cristiano como judío y se vio obligada a huir buscando una nueva vida.

Al morir, atormentada, dejó orden de que su cabeza se colocase en la puerta de su casa. En el supuesto lugar de esta calavera se colocó el azulejo conmemorativo a la leyenda, que representa la calaver y cuenta la historia allí acontecida.

Sevilla destaca por ser una de las ciudades con más encanto de España. Famosa por sus contrastes. Su gastronomía es selecta pero sencilla. Su arquitectura enamora por sus grandes monumentos pero también por sus pequeños rincones. La gente de Sevilla es tradicional pero abierta, amante de sus costumbres pero encantada de acoger las nuevas tendencias. El encanto de Sevilla reside en estos contrastes y te vamos a enseñar una serie de lugares imprescindibles que te ayudarán comprenderlos y a enamorarte de ellos como un sevillano más.

1. La Giralda y la Catedral de Sevilla

Ubicada en pleno centro de la capital es, probablemente, el faro que guía a la ciudad. Se erige justo en el enclave de la antigua mezquita, lo que hace que sea única. La Giralda fue el alminar de la mezquita que se reconvirtió a la torre campanario. La clave de su belleza está en la combinación perfecta de elementos musulmanes y cristianos. A sus pies se encuentra el patio de los naranjos. Integrado perfectamente en la catedral, tiene su origen también en época árabe.

Este complejo monumental, situado en pleno centro (y a su lado: el archivo de indias), es de indispensable visita. No puedes irte de Sevilla sin haber subido a la Giralda y visitado la Catedral. La entrada general ronda los 9 euros.

2. La torre del Oro

A escasos 5 minutos andando de la Giralda se sitúa el segundo monumento más importante de la ciudad. La torre del Oro tiene un carácter opuesto al de la Giralda. Se puso en pie como torre defensiva en época árabe y cuenta la leyenda que sirvió como almacén del Oro que venía de las américas. Esta leyenda está desmentida, el origen real de su nombre viene del color que poseía en su tiempo y de su reflejo brillante en el río. Aún así es uno de los monumentos más característicos de Sevilla y suele fotografiarse junto con la Giralda de fondo, dejando una de las estampas más bellas de España.

3. Los Reales Alcázares

Es el palacio real en activo más antiguo de Europa. Se ha llegado a datar su origen en tiempo de la Hispalis romana. Fue readaptado en período musulmán y cristiano. Destaca por una multitud de jardines y fuentes con una belleza y una paz incomparable. El sonido y la imagen del agua está siempre presente y sus dependencias están completamente integradas con los jardines. Un paseo por el alcázar es algo totalmente obligado y que te transportará a un rincón completamente diferente del mundo, un rincón en el que no hay casi preocupaciones y la paz se puede respirar.

4. La Plaza de España y el Parque de María Luisa

La plaza de España es un elemento clave de Sevilla, construida para la exposición iberoamericana del 29 en pleno parque de María Luisa es un espacio destacado que impresiona a la gran mayoría de sus visitantes. Es una plaza flanqueada por un edificio semicircular y con un pequeño canal de agua circular en cuyo centro está la plaza en sí y la fuente. Existen barcas que permiten ir por el lago, cosa que no deja de ser interesante. Además, su visita junto con un paseo por el parque de María Luisa siempre dejan un buen sabor de boca.

5. La Alameda de Hércules

A unos 15-20 minutos andando de la Catedral se esconde el lado bohemio, joven y diferente de la ciudad. La Alameda destaca por su cantidad de bares, restaurantes y zonas de ocio además de por las 4 columnas (2 a cada lado) que la guardan. Es un sitio de reunión, una zona de ocio, libertad y buen ambiente, donde en cualquier sitio se puede comer y pasarlo bien sin dejar de lado toda la historia.

6. El Puente de Triana y el barrio

Al otro lado del guadalquivir se encuentra uno de los barrios sevillanos con más personalidad. Nacido como barrio de pescadores, obreros y alfareros se ha convertido en un lugar de referencia puesto que ha sido lugar de nacimiento de múltiples figuras del toreo y del flamenco. En el paseo por el barrio resulta clave visitar la calle Betis y callejear por las pequeñas calles perpendiculares. La mejor manera de llegar a Triana es cruzando el Puente de Triana (Puente de Isabel II). Este puente del siglo XIX vive su momento de esplendor en Semana Santa, donde el paso de cofradías por él genera una estampa increíble.

El Calor de Sevilla

Todos sabemos que Sevilla en verano puede llegar a ser sofocante. Pese a ello, Sevilla en verano cuenta con multitud de soluciones para evitarlo. Además, te vamos a dar una serie de consejos que te ayudarán a moverte mejor y a encontrar los planes perfectos en función de la hora del día.

Lo primero de todo es dedicar las horas centrales del día en estar en zonas con aire acondicionado, ya sea un restaurante, echando la siesta o visitando museos. También existen multitud de parques, piscinas y jardines donde podremos refrescarnos e incluso darnos un baño. Recuerda siempre llevar agua, gorra y protección solar.

El Transporte en Verano

En verano Sevilla está más tranquila. El transporte público pasa más habitualmente, el aparcamiento casi no es un problema y andar por Sevilla no es un problema. Por las calles más transitadas del centro ponen toldos que ayudan a disipar el calor además de difusores de agua que ayudan a hacer más llevadero el transporte por la ciudad.

Recomendamos visitar la ciudad a primera hora de la mañana y a última hora de la tarde puesto que a partir de las 12 el calor puede empezar a ser sofocante.

Qué Hacer

Museos, palacios e Iglesias

Cualquiera de los monumentos históricos de Sevilla cobra una importancia clave. El grosor de la piedra hace que el calor se disipe y nos ayude a disfrutar al completo de la visita. Los museos de Sevilla, el Alcázar o la Catedral son una muy buena opción para esquivar el calor y disfrutar de todo el patrimonio sevillano.

Bares, Terrazas y Restaurantes

La ciudad cobra vida conforme el sol va cayendo. El mejor plan para la tarde noche es buscar una zona de bares (como el Barrio de Santa Cruz, el Salvador o la Alameda de Hércules) y disfrutar de toda la variedad gastronómica de Sevilla viendo como la ciudad va despertando a tu alrededor.

EL CEMENTERIO DE SAN FERNANDO: TOREROS, FLAMENCOS Y ARTISTAS

Varios cementerios del mundo son famosos por las personalidades que acogen o por su valor artístico. Entre ellos el cementerio de Père-Lachaise de Paris donde se encuentra la tumba de Víctor Hugo, Oscar Wilde o Frederic Chopin, el cementerio judío de Praga, el cementerio de Arlington en Washington…

El cementerio de San Fernando en Sevilla en el barrio de San Jerónimo al norte de la ciudad alberga autenticas obras de arte y en el reposan restos de los sevillanos mas ilustres de los siglos XIX y XX. Pasearemos por las tumbas de famosos toreros, cantaores, escultores y pintores que han dejado huella en nuestra ciudad.

Entrando por la puerta principal se encuentra un bello azulejo de la Virgen de la Soledad, primera que procesionó por este barrio alejado del centro de Sevilla. La avenida central flanqueada por cipreses recibe el nombre de Avenida de la Fe. A la izquierda encontramos inmediatamente el llamado el rincón de los toreros.

EL RINCÓN DE LOS TOREROS

EL CEMENTERIO DE SAN FERNANDO: TOREROS, FLAMENCOS Y ARTISTAS.

Su obra maestra es sin duda el mausoleo del torero Joselito el Gallo.

El autor de este grupo escultórico fue Mariano Benlliure, escultor valenciano, quien la realizo en 1922, dos años después de la trágica muerte del torero.

Joselito, torero sevillano, había sido con su amigo y rival Juan Belmonte, la estrella del toreo en los inicios del siglo XX. Tuvo la mala fortuna de morir cogido por un toro en la plaza de Talavera de la Reina en 1920.

Su cortejo fúnebre por las calles de Sevilla fue famoso y multitudinario. Esta procesión póstuma es la que representa su sepulcro, un grupo escultórico en bronce donde varios personajes portan el cuerpo del torero con el rostro dramáticamente tallado en marfil.

Entre ellos esta su hermano el también torero Rafael el Gallo, su cuñado el insigne torero Ignacio Sanchez Mejías, protagonista de un famoso poema de Garcia Lorca, el ganadero Eduardo Miura y una chiquilla gitana en el frente que porta una estatuilla de la Esperanza Macarena.

La celebre Virgen Macarena se vistió de luto excepcionalmente en homenaje cuando murió Joselito. Aun porta en su vestido las esmeraldas que le regalo el torero, las conocidas como “mariquillas”.

Además del impresionante conjunto de Benlliure también se encuentran en esta zona la mas modesta tumba del torero Espartero. Famoso en el siglo XIX también murió en la plaza en 1894 con apenas 30 años.

La columna rota de su tumba hace referencia a su temprana vida truncada. En su tumba esta grabado en una estala de mármol “Murió por el arte 27 de mayo de 1894” En 1984, casi cien años mas tarde otro torero mítico: Paquirri también murió en una plaza de toros. Su escultura en bronce en actitud desafiante es una de las mas impresionantes del cementerio.

Rival y amigo de Joselito a principios del siglo XX fue Juan Belmonte, el “Pasmo de Triana”. Su arte revoluciono el toreo. Murió en los años 60 de muerte natural y en su moderna tumba de estilo cubista y color negro integro no hay ninguna referencia a su profesión.

Fue además intelectual autodidacta y amigo de famosos escritores y artistas como Valle Inclán, Ernest Hemingway o Ignacio Zuloaga. No muy lejos esta la tumba de Manuel González, otro insigne torero cuya tumba adornan los símbolos del toreo: capote, espada y manoletinas. También esta la partitura de un pasodoble a el dedicado. A

demás de toreros en este rincón se encuentran otros importantes monumentos como el dedicado a la tonadillera Juana Reina o a Antonio el Bailarín. Hay toreros y hay artistas del flamenco, en este caso un guitarrista, el sevillano Niño Ricardo, aunque su verdadero nombre era Jesus Cerrapi.

Una preciosa tumba con un ángel y una guitarra, la mirada del ángel y el mástil de la guitarra se dirigen hacia el cielo. Siguiendo por la avenida de la Fe vemos en la izquierda una tumba con una magnifica escultura de un Cristo yacente. Se trata de la tumba de Juan Vázquez, ganadero sevillano. El Cristo es del escultor Delgado Brackembury realizado con gran realismo en 1930.

EL CRISTO DE LAS MIELES

EL CEMENTERIO DE SAN FERNANDO: TOREROS, FLAMENCOS Y ARTISTAS.

Una de las tumbas mas polémicas y a la vez mas representativas de este lugar es la del escultor Antonio Susillo.

Fue famoso artista sevillano a finales del siglo XIX y estuvo bajo el mecenazgo de los duques de Montpensier. Para su palacio realizo la serie de 12 esculturas de sevillanos ilustres que adorna la fachada lateral del palacio de San Telmo. También la escultura de D.Miguel Mañara junto al Hospital de la Santa Caridad.

Su vida sin embargo sufrió muchos altibajos y debido a una fuerte depresión se suicido en 1896. A pesar de que la religión católica no permite el enterramiento de suicidas en lugar sagrado se hizo una excepción con Antonio Susillo y hoy su tumba ocupa un lugar central en el cementerio bajo una escultura suya, el monumental Cristo de las Mieles.

Este curioso nombre viene motivado por una leyenda. Un caluroso verano se vio como la miel salía de la boca de esta escultura. Considerada en principio un milagro se le dio al Cristo este nombre de Cristo de las Mieles. Poco después se comprobó que la escultura estaba hueca en la zona de la garganta para aligerar el peso de la misma. A través de la boca abierta las abejas habían hecho un panal que con calor se derritió provocando que saliera la miel por la boca del Cristo. Pero con este bello nombre se quedó la escultura. Esta sobre un montículo que representa al Gólgota en el centro del cementerio.

EL ESCULTOR ANIBAL GONZALEZ Y EL CRISTO DEL CACHORRO

EL CEMENTERIO DE SAN FERNANDO: TOREROS, FLAMENCOS Y ARTISTAS.

Un poco más allá del Cristo de las Mieles está el panteón familiar de Aníbal Gonzalez. Este escultor nos dejó su obra maestra como pabellón de España de la exposición Iberoamericana de 1929, la plaza de España.

Proyectado por el mismo para enterramiento de su familia es un panteón cuadrado realizado en ladrillo visto y en estilo neomudéjar.

El interior guarda una copia del Cristo del Cachorro, realizada por uno de sus discípulos en 1919. Durante un tiempo se dijo que era la escultura original del famoso Cristo sevillano, tallada por Antonio Ruiz Gijón en el siglo XVII. Luego esto se desmintió y el Cachorro sigue en su Capilla de la Expiración en Triana.

Antes de abandonar el cementerio merece la pena detenerse en la tumba de un pintor sevillano: José Villegas. Pintor famoso en el siglo XIX su tumba en 1926 se inspiró en una de sus obras: el triunfo de la Dogaresa o Domingo de Ramos en Venecia.

Villegas en pleno movimiento romántico, ambientó en Venecia esta imagen con la mujer del Dux (la dogaresa) como protagonista. Este cuadro se encuentra hoy en un museo americano. Se puede ver a una estatua de mujer cubierta con un amplio velo y realizada en bronce.

Encima de la tumba una paleta de pintor, símbolo de la profesión de Villegas. Estas son algunas de las tumbas y obras de arte que se pueden visitar en el sevillano cementerio de San Fernando, una manera insólita y diferente de conocer Sevilla.

En esta ocasión vamos a parar en nuestro paseo por los rincones de Sevilla en uno de los enclaves que más vida han dado a la ciudad en los últimos años: La Puerta Jerez.

Su enclave

Hablar de la Puerta de Jerez, aunque coloquialmente los sevillanos suprimen el “de”, es hablar de uno de los accesos naturales a la zona más monumental de Sevilla, ya que su situación es estratégicamente privilegiada. Y es que en ella confluyen algunas de las grandes vías de Sevilla:

  • Por una parte la avenida de la Constitución, que llega hasta al ayuntamiento pasando por la Catedral y el Archivo de Indias.
  • Por otra parte, la calle San Gregorio, que desemboca justo en una de las puertas más emblemáticas de los Reales Alcázares.
  • Por otra la calle San Fernando, que llega hasta el Prado de San Sebastián, siendo este lugar uno de los puntos más importantes en cuanto a transportes se refiere.
  • Por otra parte, la avenida de Roma, en la que se encuentra uno de los grandes símbolos del barroco sevillano: El Palacio de San Telmo.
  • Por otra parte, el Paseo de Cristina, que enlaza directamente con el Puente de San Telmo y por consiguiente con los barrios de Triana y Los Remedios.
  • Y por último, pero no menos importante, a la Puerta Jerez llega la calle Almirante Lobo, desde la que se puede vislumbrar uno de los símbolos de la ciudad como es la Torre del Oro.

A su situación privilegiada en cuanto a la ubicación, hay que sumar la importante apuesta que hizo la ciudad por este espacio ya que desde hace una década se trata de una zona peatonal.

Rincones de Sevilla: El entorno de la Puerta Jerez

La historia de la Puerta Jerez

Este lugar tan especial de Sevilla heredó su nombre de una puerta almohade que se encontraba donde hoy se ubica la calle San Fernando, cuando la ciudad estaba amurallada y que era el punto de entrada y salida principal de la capital a Jerez de la Frontera, en Cádiz.

La puerta, tanto la original como una segunda que se realizó con motivos más decorativos que prácticos, fue derribada junto a la mayor parte de la muralla durante el Siglo XIX, pero eso no fue razón para que los sevillanos dejaran de nombrar de esta peculiar forma al entorno donde se ubicó la Puerta de Jerez.

Los elementos de la Puerta Jerez

Si algo llama la atención de esta plaza es la fuente que se encuentra justo en su parte central. Esta fuente es la Fuente de Híspalis, que es como los romanos llamaban a Sevilla, y fue inaugurada en el año 1929, coincidiendo con la Exposición Iberoamericana que la ciudad celebró en aquel año.

Su escultor, Manuel Delgado Brackenbury, representó a la ciudad de Sevilla con esta fuente en la que podemos ver cómo sobre unas tortugas enromes aparecen unos niños (once en total) que sostienen unas grandes hojas de loto, sobre las que se muestra una mujer con una túnica que simboliza a la ciudad con elementos como una rueda (industria), un caduceo (comercio) o unas hojas (la agricultura).

Rincones de Sevilla: El entorno de la Puerta Jerez

Al margen de la fuente, en las inmediaciones de la Puerta Jerez podemos divisar edificios tan singulares como el Hotel Alfoso XIII, uno de los más prestigiosos de Sevilla, el Palacio de Yanduri, la Casa de la Familia Guardiola o la Capilla de Don Rodrigo.

En cuanto a su actividad comercial, el ser uno de los puntos de entrada al centro histórico de Sevilla hace que la Puerta Jerez sea un continuo devenir de personas, por lo que es un punto muy atractivo para distintos negocios. Sin ir más lejos en sus alrededores podemos encontrar innumerables bares y restaurantes, entre los que destacan el recién abierto Hard Rock Café de Sevilla.

Como curiosidad, cabe resaltar que es el lugar donde tanto el Sevilla Fútbol Club, como la Selección Española de Fútbol celebran sus logros deportivos.

Sevilla es una ciudad cuya mejor hora para disfrutarla es justo antes de ponerse el Sol. Por la idiosincrasia de sus edificios y la magia de sus enclaves, a esas horas se pueden ver colores y experimentar sensaciones únicas en sus calles más afamadas. Esto además se torna en un factor mucho más importante en los meses de calor, ya que es a esa hora cuando las altas temperaturas otorgan un respiro dando paso a la noche sevillana.

En Toursevilla somos conscientes de ello y por eso hoy vamos a reparar en nuestro blog en una de nuestras visitas guiadas por Sevilla. Concretamente la que más nos demandan durante el periodo estival: Sevilla al atardecer. Una bella manera de conocer Sevilla que nosotros dividimos en dos bloques.

Paseando por Sevilla

No todos los viajeros y turistas que llegan a la ciudad de Sevilla son conscientes de que al llegar van a toparse con la Catedral gótica más grande del mundo. Y es que la visita guiada Sevilla al atardecer comienza justo con este gran plato fuerte. El patio de los naranjos, la Iglesia del Sagrario, Puertas como la del Príncipe o la del Perdón, la singular Giralda… Un conjunto que asombra y hace aflorar ese sentimiento de que estamos en un entorno único comprendido en tan solo unos metros.

Y es que a pocos metros, continuaremos la visita guiada por la muralla del alcázar para adentrarnos en el barrio con más sabor añejo de la ciudad de Sevilla, el barrio de Santa Cruz. Pasear tras ponerse el Sol por el barrio de Santa Cruz y la Judería de Sevilla es encontrarse calles repletas de historias y a unas horas en las que la gran mayoría de turistas que las frecuentan ya no están, lo que las carga de aún más sabor.

Los judíos habitaron el Barrio de Santa Cruz entre los Siglos XIII y XIV, épocas en las que permanecieron en activo diversas sinagogas que hoy día son iglesias. El ruido de alguna fuente de agua y de nuestros propios pasos nos acompañarán por enclaves como el Callejón del Agua, el Hospital de los Venerables, la calle Mateos Gago… Un verdadero placer de paseo junto a los muros del Real Alcázar de Sevilla.

Visitas guiadas en Sevilla: La ciudad al atardecer

Una noche flamenca

Pero nuestras visitas guiadas Sevilla al atardecer aguardan un broche muy especial y cargado de compás… Terminaremos la visita al entorno de la Catedral y el barrio Santa Cruz en una de las casas tradicionales de este barrio donde se encuentra el Museo del Flamenco. Lugar donde viviremos una noche flamenca.

Declarado por la UNESCO Patrimonio Inmaterial de la Humanidad en el año 2010, el flamenco tiene sus raíces en nuestra tierra en torno al Siglo XVIII, siendo Sevilla una de las ciudades donde germinó esta corriente que tanto influye a la ciudad de manera artística, musical y de danza.

Es curioso que el flamenco germinara en Andalucía, ya que sus orígenes se atribuyen a la etnia gitana. Una etnia que se encuentra distribuida por diversos rincones del mundo pero que sólo tuvo esta repercusión en el Sur de España. Tal vez esta corriente se deba a los orígenes mestizos y a la mezcla de culturas a la que Sevilla y gran parte de Andalucía se han visto sometidas durante gran parte de la historia.

De la mano de una bailaora sentiremos lo que los flamencos llaman el duende, contagiándonos de la pasión y el arte que emana el flamenco durante aproximadamente una hora de duración.

Una visita única en la que nuestros viajeros descubren no sólo cómo es la ciudad de Sevilla en un momento precioso del día sino cómo es su gente y sus tradiciones más autóctonas. Y tú… ¿Te animas a describirlo? ¡Contacta con nosotros!

El Hospital de la Caridad de Sevilla, situado en el barrio del Arenal, es uno de esos lugares escondidos que han permanecidos casi intactos desde su fundación hace más de tres siglos.

Originalmente en la Edad Media este espacio lo ocuparon las Atarazanas o Astilleros, gigantes naves donde se construían los mejores y más grandes barcos de la flota de Castilla.

En el siglo XVI en una parte de las Atarazanas de construyo una pequeña capilla llamada San Jorge, para enterrar a los ahogados en el río. Este sería el germen del Hospital de la Caridad, realizado en pleno barroco a final del siglo XVII.

El Hospital de la Caridad era una institución destinada a cuidar a los pobres y enfermos en una Sevilla que vivía una de las peores crisis de su Historia. La fortuna del Hospital de la Caridad fue contar con un personaje ya mítico en la Historia de Sevilla llamado Miguel Mañara.

Un caballero sevillano de familia originaria de Corcega que en un momento de su vida, muy afectado por la muerte de su esposa, decidió entrar en la Caridad y al poco se convirtió en su Hermano Mayor y alma de la institución a la que dedicó toda su fortuna.

Gracias a Mañara tenemos la iglesia mejor decorada de Sevilla y en ella se encuentran los dos cuadros más impactantes de la ciudad. Llevan en este mismo lugar 340 años.

Mañara además de poseer una gran fortuna era un intelectual y quiso reflejar en la iglesia su ideología católica, fiel a la Contrarreforma pero basada en la Caridad Cristiana. Para ello contó con la colaboración de Juan Valdés Leal, cordobés, afincado en Sevilla y que fue el pintor más original de su época. Estos dos cuadros serian su obra maestra.

El Hospital de la Caridad y sus pinturas

En un abrir y cerrar de ojos

En un entorno oscuro, una luz ilumina dramáticamente un esqueleto. Este lleva un sepulcro y posa su pie sobre la bola del mundo, es la muerte que todo domina. Su mano derecha apaga una vela sobre la que vemos escrito: IN ICTU OCULI. Del latín: en un abrir y cerrar de ojos. Frase que nos hace referencia a la rapidez con que pasa la vida.

En la parte inferior del cuadro diversos objetos que simbolizan los poderes terrestres: Los libros de la intelectualidad, las armas del poder militar e incluso la mitra y tiara papal. Todos ellos terminaran con la muerte, que a todos llega. Y rápidamente.

El mensaje que nos trasmite Miguel Mañara a través de Valdés Leal es claro, puesto que la muerte nos llegara a todos más pronto que tarde, hay que preparase para la vida más allá, y para ir lo más directos al Cielo hay que practicar la Caridad durante la vida.

El Hospital de la Caridad y sus pinturas

El fin de la gloria del mundo

Similar es la idea que trasmite su pintura hermana, esta se llama FINIS GLORIAE MUNDI, es decir: El Fin de la Gloria del Mundo. Los más gloriosos personajes y acciones se acabaran con la Muerte, de modo que más vale llevar la vida de un buen cristiano y prepararse para la vida Eterna. En un primer plano un cadáver corrompido de un obispo, al lado el de un caballero que bien podría ser el propio Miguel Mañara vestido con su habito de la Orden de Calatrava. En la parte superior la mano de Cristo lleva una balanza, en un lado pesan los pecados capitales, simbolizados por animales, en el otro pesan los símbolos de la penitencia. Sera la conducta del hombre quien haga inclinar la balanza a un lado o a otro.

Este potente e intimidador mensaje estaba estratégicamente situado a la entrada de la iglesia, a derecha y a izquierda, los nobles sevillanos del siglo XVII entenderían perfectamente el mensaje que se les ofrecía. Un poco más adelante los cuadros de Murillo nos ofrecen una visión más amable y consoladora de la religión, pero el primer y demoledor mensaje ya ha llegado a su destino.

Cuadros tenebrosos, macabros e impactantes pero que encajan a la perfección con este ambiente de la Sevilla barroca de finales del siglo XVII. En este entorno la filosofía cristiana de la brevedad de la vida encontró su mejor pensador en Miguel de Mañara y su mejor ilustrador en Valdés Leal.

Si quieres visitarlos y conocer más de su Historia… ¡Contrata una de nuestras visitas! www.toursevilla.com

En 1865 el Marqués de Pickman, un inglés afincado en Sevilla vio un buen negocio en el recientemente abandonado monasterio cartujo de Santa María de las Cuevas. La porcelana inglesa tan de moda en aquella época encontró su lugar en Sevilla en este monasterio reconvertido en fábrica de cerámica. De esta época que comenzó en 1841 tenemos paneles de diversas cerámicas fabricadas aquí y sobre todo los inconfundibles hornos que cocían la loza.

La artesanía en cerámica sevillana se remontaba a la época romana, ya Santa Justa y Santa Rufina, mártires en época romana y protectoras de la ciudad, fabricaban la loza al otro lado del río Guadalquivir.

Fue fundamental en tiempos islámicos para la decoración de palacios y casas. Alicatados, azulejos de cuenca, de arista… más tarde en época cristiana siguieron los modelos mudéjares y más tardes renacentistas. El italiano Niculoso Pisano residente en Triana revolucionó la técnica e introdujo la pintura sobre azulejo plano. Obras maestras son el Oratorio de Isabel la Católica en el Cuarto Real Alto del Alcázar y la Portada del Monasterio de Santa Paula.

El Monasterio Santa María de las Cuevas

La cerámica en Sevilla

Hasta entonces el centro de producción fueron los pequeños y medianos talleres del barrio de Triana. Pickman dio un nuevo impulso a esta artesanía y la convirtió en verdadera industria en la Sevilla del siglo XIX.

Pero el monasterio ya tenía entre sus muros una larga historia. Había sido fundado al iniciar el siglo XIV como uno de los centros monásticos más importantes de la nueva Sevilla cristiana. De gran extensión a las afueras de Sevilla y mirando a la comarca del Aljarafe fue elegido por nobles familias, como los poderosos Ribera, para sus enterramientos. El propio Cristóbal Colón se alojó aquí y fomentando su amistad con los monjes preparó una parte de su expedición al Nuevo Mundo. Años después de su muerte sus cenizas reposaron en este lugar durante 30 años antes de partir hacia la isla de la Española en el continente americano. Una estatua erigida por la Viuda de Pickman recuerda al descubridor.

Más tarde en el siglo XVII Francisco de Zurbarán el mejor pintor de monjes de aquella España católica de palacios y conventos nos dejó los retratos de los sobrios y silentes Cartujos. Esta colección de tres pinturas está hoy en el Museo de Bellas Artes de Sevilla.

Como tantos otros conventos fue objeto de la Desamortización y cierre en el siglo XIX. Fue entonces cuando entro en escena Pickman y su cerámica. Pero la Historia de Santa María de las Cuevas tuvo su continuación cuando en la reciente y mítica EXPO 92’ fue sede del Pabellón Real.

La fábrica de la Cartuja traslado sus dependencias a otro lugar y el monasterio se convirtió en Centro de Arte Contemporáneo tras una restauración integral en 1997, función que conserva hoy en día. De tal manera hoy tenemos en este original lugar un antiguo monasterio, una antigua fabrica de cerámica y el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo que programa exposiciones temporales y conciertos.

Los encantos del monasterio

El monasterio está rodeado del huerto de los monjes, precioso lugar lleno de naranjos y otras plantas autóctonas, perfecto para perderse y buscar la tranquilidad a pocos pasos del centro de Sevilla.

Me gusta la mezcla de los claustros mudéjares con los paneles de cerámica del XIX de Pickman. Las tumbas renacentistas de los Ribera junto al arte contemporáneo. Pasear entre los hornos cerámicos dispersos por los jardines que compiten en altura y le dan al antiguo monasterio una silueta inconfundible.

Me gusta acercarme al llamado árbol de la Bella Sombra, Ombu o Phitolaca Dioica que, según la tradición, fue plantado por el hijo de Cristóbal Colon hace más de 500 años. También recorrer en bicicleta los huertos de naranjos centenarios y sorprenderme con la moderna recreación de la gigante Alicia en el País de las Maravillas.

Me gusta el aire silencioso fuera del tumulto de la ciudad que debió de ser el mismo de los monjes cartujos siglos atrás.

Y me gusta recordar con cariño la mítica EXPO del año 92 que nos dejó una huella sustancial a todos los sevillanos mayores de 35 años.

El pasado 25 de noviembre abrió sus puertas un nuevo espacio gastronómico en Sevilla, el Mercado gourmet de la Lonja del Barranco.

Se trata de dinamizar la economía sevillana y fomentar los nuevos espacios turísticos aunque también intentará ser un lugar de referencia para los locales.

Son 130 puestos de trabajo directos y 400 puestos indirectos. Es un mercado 100% sevillano con financiación y contenido totalmente local.

Un edificio singular

El espacio es importante. Se ha rehabilitado las Naves del Barranco, ejemplo de arquitectura industrial del s.XIX que ha tenido diversos usos a lo largo de los años y que finalmente parece haber encontrado su lugar.

Su construcción fue para la ciudad la creación de una de las obras arquitectónicas más interesantes realizadas en hierro, un estilo de gran popularidad a mediados del siglo XIX y que tiene a este material, junto con el acero laminado y el vidrio, como elementos principales.

Se construyó entre 1876 y 1883, año en el que se inauguró, por petición de los pescadores de Ayamonte que querían un espacio para vender su pescado en Sevilla.

Son 700 metros cuadrados que desde la semana pasada tienen un uso diferente, pero que entronca con su tradición de mercado/lonja original.

La ubicación es inmejorable puesto que se encuentra a orillas del Guadalquivir, justo al lado del Puente de Isabel II, mas conocido como el Puente de Triana.

En los últimos años hay un intento de dinamizar el río y centrar el ocio de los sevillanos en torno a él. Asi se inauguró hace pocos meses el Aquarium. Y esperamos que el Guadalquivir siga siendo el alma de Sevilla.

Mercado Gourmet

El mercado de la Lonja del Barranco, nuevo sitio gourmet

Volviendo al Mercado Gourmet, hay en su interior 30 puestos con todo tipo de oferta gastronómica, desde las tapas sevillanas mas tradicionales, el marisco, pasando por la Croqueteria especializada en las ricas y populares croquetas a la fusión de cocina japonesa-sevillana (Mushi) que aun no ha abierto sus puertas. El resto esta funcionando plenamente con gran éxito de publico.

Además un puesto especializado en Salmorejo, otro en quesos y otro mas en huevos fritos con patatas. Las especialidades se pueden consumir en el interior (capacidad de 70 sillas) o en la terraza exterior, agradablemente al sol en los dias de invierno.

Para beber la clásica Cruzcampo, cerveza local por excelencia y una vinoteca.

No falta nada para los paladares mas exquisitos. La oferta gourmet ya es popular y creciente desde hace unos años con la apertura de gastrobares (revisitacion de las tradicionales tapas, ahora mas sofisticadas y sorprendentes) y con el espacio gourmet del Corte Ingles.

Todas las ideas innovadoras y de calidad son bienvenidas.

El horario de apertura es de 10 de la mañana a 12 de la noche. Viernes y sábado hasta las 2 de la mañana.

La ciudad bañada por el Guadalquivir alberga entre sus muros un legado histórico y cultural que pocas ciudades en el mundo pueden equiparar. Sevilla es una ciudad que durante siglos fue un referente mundial por su importancia y su enclave. Distintas civilizaciones han dejado su impronta en la Capital de Andalucía formando un conjunto que ofrece innumerables posibilidades para sus visitantes.

Al margen de todo esto, el magnífico clima que posee la ciudad y el carácter afable de sus habitantes la hacen un referente turístico en meses del año donde se hace difícil visitar ciudades por el frío que puedan soportar. No obstante en los últimos estudios estadísticos Sevilla aparece como tercer destino turístico nacional, tan sólo superada por Madrid y Barcelona.

¿Visitas Sevilla? No te puedes perder…

En definitiva, Sevilla es una ciudad que no te puedes perder. Eso sí, entre tanta oferta cultural y tanto patrimonio histórico que visitar hay que tener claro qué es lo que quieres ver y disfrutar y sobre todo, qué no de puedes perder de esta variopinta ciudad.


La Giralda y su catedral

La Catedral de Santa María de la Sede, que es su verdadero nombre, es el templo gótico catedralicio más grande del mundo. Su fecha data del Siglo XV, construida sobre los restos de la antigua mezquita de Sevilla. Parte de estos restos se pueden contemplar de una manera única como son el Patio de los Naranjos o el antiguo minarete, que tras las modificaciones cristianas de la época es la seña de identidad de la ciudad: La Giralda.

La Catedral de Sevilla es uno de los templos más grandes de España y un referente gótico a nivel mundial. En su interior, aparte del imponente altar mayor y la Patrona de la Ciudad, la Virgen de los Reyes, podemos encontrar obras de Zurbarán, Murillo o la mismísima tumba de Cristóbal Colón.


La Torre del Oro

Si la Giralda es la seña de identidad indiscutible de la ciudad de Sevilla, su hermana pequeña es la Torre del Oro. No hay estampa más típica que la vista de ambas torres desde el Río Guadalquivir.

La torre, que formaba parte del sistema defensivo de la ciudad acuñó su nombre como Torre del Oro debido a los reflejos que generaba con en los atardeceres sevillanos, debido a la composición de sus muros, una mezcla de mortero de cal y paja prensada.

Si bien la Torre del Oro alberga en su interior el Museo Naval en estos días, esta construcción llegó a servir de capilla e incluso de prisión en otros tiempos, y existe la leyenda de que era el lugar por el que entraba el oro procedente de las Américas a la ciudad.


El río Guadalquivir y Triana

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Llevamos prácticamente todo el artículo hablando del río de Sevilla: El Guadalquivir. Desde la antigüedad el río ha tenido un protagonismo especial en Sevilla. Los fenicios bautizaron el río con un nombre que significa profundo y fértil: Betis. Curiosamente Betis, antiguo nombre del Guadalquivir, da nombre a uno de los equipos de fútbol de la ciudad, uno de los más carismáticos del mundo.

Por él navegaron fenicios, romanos, árabes, cristianos… fueron los árabes los que dotaron al río Guadalquivir de su nombre actual. Puerta de Europa hacia las américas, la fuente de riqueza y prosperidad que el río Guadalquivir aportó y aporta a Andalucía en general y a Sevilla en particular sigue siendo primordial.

Si desde la Torre del Oro paseamos por la orilla del río, aparte de atardeceres inolvidables y estampas únicas podremos disfrutar de monumentos conocidos mundialmente como la Plaza de Toros de la Real Maestranza, o el Puente de Isabel II, conocido popularmente como el Puente de Triana.

Precisamente si cruzamos este puente sevillano, llegaremos al barrio de Triana, el más popular de la ciudad. Respirar el ambiente de calles como Pureza, San Jacinto, Castilla o la Plaza del Altozano son experiencias más que recomendables.

Si continuamos con nuestro particular paseo, podríamos recorrer el otro margen del río, por la Calle Betis, contemplando así estampas de la Giralda y la Torre del Oro propias del mejor de los cuadros.


El Parque María Luisa

Si volvemos a “cruzar hacia Sevilla” por el Puente de San Telmo, podríamos acercarnos al pulmón verde de Sevilla: El Parque de María Luisa.Este parque que se inauguró a principios del Siglo XX, fue el eje principal de la Exposición Iberoamericana que Sevilla albergó en 1929.

En su interior, joyas arquitectónicas como la imponente Plaza de España o el Costurero de la Reina. Esta coqueta construcción en forma de pequeño castillo fue la residencia del Duque de Montpensier, pero su nombre y su fama se la debe a la esposa del Rey Alfonso XII, la cual cuenta la leyenda que pasaba las horas en su interior, realizando tareas de costura y confección debido a la delicada situación de salud que vivía.

Paseando por el interior del Parque María Luisa podemos disfrutar de enclaves únicos especialmente en primavera hasta llegar a la Plaza de América, un enclave arquitectónico singularísimo que se compone de varios museos: El Museo de Artes y Costumbres Populares, de estilo neomudéjar; el Museo Arqueológico, de estilo neorenacentista; el Pabellón Real, de estilo neogótico; y el parque de las palomas. No hay sevillano que no guarde con cariño recuerdos de esta plaza rodeado de palomas en su infancia.


La Plaza de España

Plaza de España

Sin salir del propio parque María Luisa nos encontramos con una de las construcciones más imponentes y espectaculares de Sevilla, la Plaza de España.

Diseñada por Aníbal González y construida como enclave principal de la Exposición Iberoamericana de 1929, se puede visitar simbólicamente cada una de las provincias españolas en sus bancos, así como los cuatro reinos de España, representados en cada uno de los 4 puentes que cruzan su particular río.

No dejes escapar la posibilidad de alquilar una pequeña barca para navegar por esta sensacional plaza que ha sido escenario de infinidad de películas cinematográficas.


El Barrio Santa Cruz

Ya de regreso, podríamos continuar nuestro paseo por el barrio más característico de la ciudad, el corazón de Sevilla: Santa Cruz.

Las estrecheces que forman sus calles, unido a la belleza inconmensurable de sus plazas donde se esconden infinidad de leyedas y balcones con flores hacen de este barrio el lugar por antonomasia de las calles sevillanas.

Este barrio, la antigua judería, es el escenario también de grandes obras teatrales como Don Juan Tenorio, que se desarrolla entre sus plazas más populares como son la Plaza de de Doña Elvira o la Plaza de los Venerables.


Los alcázares y el Archivo de Indias

Saliendo del maravilloso barrio Santa Cruz por el majestuoso Callejón del Agua, nos encontraremos de frente con uno de los enclaves que son considerados por la Unesco patrimonio de la Humanidad.

A un lado, los Reales Alcázares de Sevilla. El conjunto de palacios reales en uso más antiguo de Europa. Sus jardines amurallados y sus espectaculares patios interiores no sólo son uno de los monumentos más visitados a nivel nacional sino que los Alcázares de Sevilla han sido seleccionados por infinidad de películas y productos audiovisuales a lo largo de todos los tiempos. Recientemente este enclave fue elegido para rodar uno de los reinos de la afamada serie Juego de Tronos.

Pero es que si aún no estamos ensimismados de tanta belleza, al salir de los Reales Alcázares nos daremos de bruces con el Archivo de Indias.Cread por el Rey Carlos III en 1785 como archivo de todos los documentos de colonias españolas generados en las Américas. Aún en la actualidad conserva miles de mapas, ilustraciones y documentos de distintas épocas. Un lugar sagrado para los amantes de la historia.

Y así acabaríamos este paseo por la Sevilla más clásica, justo donde lo empezamos, a los pies de la Giralda…